Muchos usuarios, especialmente principiantes, sienten la tentación de aumentar o reducir un archivo de bordado para adaptarlo al tamaño de su bastidor o proyecto específico. Sin embargo, los especialistas en bordado —incluidos expertos de BERNINA, Brother y otras marcas líderes— coinciden: modificar el tamaño de un diseño sin redigitalizarlo puede causar problemas graves.
¿Qué ocurre al cambiar el tamaño manualmente?
Cuando reduces un diseño, la densidad de puntadas aumenta: las mismas puntadas se comprimen en un área más pequeña. Esto provoca:
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bordado demasiado grueso o abultado;
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rotura de agujas o hilos;
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desplazamiento de elementos del diseño;
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deformación de la tela;
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defectos visibles en el resultado final.
Al aumentar el tamaño, las puntadas se estiran, aparecen huecos, el relleno es deficiente y los contornos se pierden.
¿Por qué ocurre esto?
Los diseños de bordado no son simples imágenes. Son algoritmos precisos que incluyen ubicación, tipo, dirección y longitud de cada puntada. Los digitalizadores profesionales ajustan estos parámetros según el tamaño, la tela y la densidad deseada.
Los programas de bordado pueden escalar la imagen visualmente, pero no recalculan la estructura lógica de las puntadas — a menos que se use software profesional.
¿Qué recomiendan los profesionales?
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No cambies el tamaño manualmente.
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Solicita el tamaño que necesitas al creador del diseño.
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Usa sólo los formatos y medidas recomendadas.
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Si trabajas con digitalización profesional, usa software especializado como Wilcom, Hatch o Bernina Toolbox.
Conclusión
Cambiar el tamaño de un diseño sin redigitalizar es una de las principales causas de fallos en el bordado. No es un error del archivo ni de la máquina — es una alteración de la lógica de puntada.
¿Necesitas otro tamaño de diseño? Escríbenos — estaremos encantados de ayudarte.